Diferencia entre revisiones de «TIPOS DE HOJAS»
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NomenPlantor<sup>®</sup> | NomenPlantor<sup>®</sup><br>Guillermo Fdez. Weigand 13:20 03 may 2018 (CET) |
Revisión del 12:21 2 may 2018
Cuando nos encontramos ante una planta, una de los elementos que más nos llaman la atención, por su abundancia entre otras razones, son las hojas. Hay hojas de multitud de formas, tamaños, colores,... Pero ¿todo lo que vemos son hojas?
Si bien para un botánico la clasificación que vamos a ver a continuación podría resultar, cuando menos, inexacta, estimamos que resulta muy útil para las personas con conocimientos básicos que desean comprender este tema.
La idea de una hoja es la de una lámina de color habitualmente verde. La lámina supone un tejido más o menos liso, extendido con el objeto de capturar todos los rayos de sol posibles. En algunas plantas, esa lámina se reduce a una extensión de tejido muy estrecha, como en el caso de las hojas aciculares de los pinos, para defensa en climas difíciles.
Pero no siempre lo que vemos como láminas de tejido fotosintético son hojas verdaderamente. Veamos a continuación como podemos estar convencidos de que estamos ante una hoja sin ser así.
HOJAS QUE NO SON HOJAS
FRONDES
Una hoja verdadera no posee órganos reproductivos. Las hojas son elementos vegetativos, no reproductivos. Sirven para que la planta sobreviva, no para que se reproduzca. Sin embargo, las "hojas" de los helechos pueden producir esporas en el envés, en unos diminutos órganos llamados soros. Es por ello por lo que a las hojas de los helechos se les llama frondes.
Puedes ampliar información en este artículo.
CLADODIOS
También son conocidos como FILOCLADIOS. En condiciones de sequedad, las hojas pierden mucha más agua que los tallos, por lo que algunas plantas han perdido sus hojas y realizan la función fotosintética a través de sus tallos exclusivamente. Algunas de esas plantas incluso han evolucionado hacia tallos planos, laminares, adquiriendo una mayor superficie de captación de luz. Sabemos que son tallos y no hojas porque los tallos crecen, se ramifican y producen incluso flores y frutos, algo que las hojas verdaderas no son capaces de hacer.
Puedes ampliar información en Wikipedia
FILODIOS
Hay plantas que, también en condiciones de humedad difíciles, no han perdido sus hojas pero sí sus láminas, quedando sólo el peciolo. Este posee una mayor resistencia a la sequedad ambiental que la lámina. Igual que con los cladodios, estos peciolos evolucionaron para adquirir una mayor superficie de captación de luz, adoptando una forma plana. A veces se pueden observar en el árbol hojas con lámina y sin lámina. A diferencia de los cladodios, no son tallos sino fragmentos de hoja, por lo que no son capaces de ramificar, crecer, producir flores, etc.
Puedes ampliar información en Wikipedia
HOJAS QUE SÍ LO SON
Hojas simples y hojas compuestas
Las hojas simples se diferencian de las compuestas en que estas últimas poseen fragmentos de lámina que tienen toda la forma de una hoja (llamados foliolos u hojuelas), incluido el peciolo. Es como si una hoja estuviera compuesta a su vez de hojas más pequeñas. Puedes consultar más diferencias entre ambos tipos en este artículo.
- Hojas simples
- Dentro de las hojas simples podemos encontrar hojas enteras y hojas divididas. Las hojas enteras se diferencias de las hojas divididas en que estas últimas poseen fragmentos de lámina separados entre sí (llamados segmentos) pero sin peciolo. Puedes consultar más diferencias entre ambos tipos en este artículo.
- Hojas enteras
- Una regla fácil de recordar para saber si estamos ante una hoja entera es que al recorrer el margen de la hoja a partir del peciolo si lo hay, nunca llegamos a tocar un nervio: la lámina forma una superficie continua.
- Hojas divididas
- La regla equivalente para hojas divididas es que al recorrer el margen de la hoja a partir del peciolo si lo hay, tocaremos el nervio principal, pero no los secundarios: la lámina no forma una superficie continua pero cada segmento no tiene su propio peciolo.
- Hojas compuestas
- La regla equivalente para hojas compuestas es que al recorrer el margen de la hoja a partir del peciolo si lo hay, tocaremos el nervio principal, y los nervios secundarios: la lámina no forma una superficie continua y, además, cada segmento tiene su propio peciolo.
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Guillermo Fdez. Weigand 13:20 03 may 2018 (CET)