Las plantas cuya ciclo de vida es superior a un año pueden mantener sus hojas a lo largo del invierno, mantenerlas parcialmente o desprenderse de ellas. Teniendo en cuenta esta característica, podemos distinguir varios tipos de hojas.
HOJAS CADUCAS
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Las hojas caducas son aquellas que se caen al llegar una determinada estación (generalmente otoño aunque también puede ocurrir en épocas de falta de agua). A estas plantas que pierden las hojas se las denomina caducifolias o deciduas y a sus hojas las denominamos caducas o deciduas.
Este fenómeno es un mecanismo de protección y ahorro para la planta. Al llegar una época desfavorable la planta pierde sus hojas para evitar que queden dañadas y, por tanto, inutilizadas para su uso. Otra ventaja es que sus hojas no necesitan adaptaciones especiales para soportar estas duras condiciones. Ello beneficia a la planta ya que para la formación de estas adaptaciones necesita un gasto alto de energía. Otra ventaja de no tener adaptaciones especiales es que las hojas son mucho mas productivas ya que su única finalidad es la de realizar la fotosíntesis. Además, la planta antes de tirar la hoja reabsorbe de esta todos los nutrientes posibles de modo que la pérdida de nutrientes es muy baja.
Otra ventaja de la hoja caduca ocurre en el momento de la floración. Las especies anemófilas suelen florecer antes de la brotación de las hojas. Esto permite una mejor dispersión por el viento, cosa que con la presencia de las hojas estaría más dificultada. Son ejemplos de ello los chopos (Populus) o de los olmos (Ulmus). En caso de que la polinización sea realizada por animales la aparición de las flores antes que las hojas hace que las flores sean más visibles y accesibles para los polinizadores como ocurre con los almendros y cerezos (Prunus).
Es muy llamativo en algunos casos la “cicatriz” que deja la hoja en el punto de inserción con el tallo. Esta característica a veces es tan importante que nos permite distinguir especies. También es importante, para identificar la especie, fijarse en los caracteres que presenten sus yemas invernales.
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Ramas de una planta caducifolia
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HOJAS MARCESCENTES
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Las hojas marcescentes son un tipo de hoja caduca con algunas características especiales. En estas plantas en vez de perder la hoja una vez se reabsorben los nutrientes las hojas secas quedan en la ramas. Suelen desprenderse por el crecimiento de las nuevas yemas que formaran las nuevas hojas a finales del invierno o principios de primavera (el nombre de marcescente proviene de marzo).
No se conoce muy bien su función pero se piensa que es un mecanismo de protección de las yemas invernales contra herbívoros y condiciones climáticas adversas. Las hojas marcescentes al situarse sobre las yemas las protegen de las fuertes heladas del invierno y de la perdida de agua en los días de más calor. Además, al tener un sabor desagradable y no tener muchos nutrientes (la planta los ha reabsorbido) no son muy apetecibles para los herbívoros evitando así que las yemas peligren.
Dos ejemplos de marcescencia son el melojo (Quercus pyrenaica) y el quejigo (Quercus faginea).
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Hojas marcescentes en un Quercus pyrenaica
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HOJAS SEMICADUCAS
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Las hojas semicaducas son aquellas que se desprenden de las hojas dependiendo de la dureza de la estación desfavorable.
Un ejemplo de plantas con hojas semicaducas lo encontramos en el genero Cistus. En epocas muy secas, reducen el tamaño de sus hojas quedando estas en estado de semisequedad o desprendiéndose de ellas. En cuanto vuelven las condiciones favorables recuperan rápidamente su volumen y cantidad de hojas.
Otro ejemplo, el Cotoneaster horizontalis, que en función de las temperaturas invernales algunas hojas pueden ir otoñando (perdiendo la clorofila para desprenderse de ellas después) pudiendo acabar completamente sin hojas en inviernos duros y posiciones expuestas o, incluso, puede llegar a conservarlas todas, en inviernos suaves y zonas abrigadas.
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Hojas en invierno de Cotoneaster horizontalis
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HOJAS PERSISTENTES
Hojas perennes
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Las hojas persistentes o perennes son aquellas que no pierden las hojas a lo largo del año. Son plantas que se mantienen siempreverdes. Sus hojas se van cambiando paulatinamente a lo largo de todo el año de forma que esta en constante renovación. Son hojas cuya duración es en torno a dos años o más.
Estas hojas presentes durante todo el año en la planta tienen unas cualidades y características diferentes a las de hoja caduca. Dependiendo del ambiente al que se enfrenten tendrán unas características u otras. Encontramos hojas perennes desde ambientes tropicales hasta la taiga en el Norte de Europa, Norteamérica y Asia pasando por los bosques esclerófilos de zonas templadas. En todos estos ambientes es más rentable mantener las hojas todo el año que tener que desprenderse de ellas y formar unas nuevas.
Las hojas perennes en plantas tropicales suelen ser grandes, agudas y resistentes a la luz ultravioleta. Esto se debe a que el clima tropical no sufre variaciones estacionales muy grandes y la humedad es muy elevada (en el bosque tropical húmedo llueve casi todos los días). A medida que nos alejamos del ecuador empieza a diferenciarse una estación seca y otra lluviosa. En este caso vemos un gradiente en que aparecen especies de hoja perenne y especies de hoja caduca (las que pierden las hojas en la estación seca). La forma aguda de las hojas lo que permite es la evacuación del agua de lluvia. Así evitan la acumulación de agua sobre las hojas evitando posibles enfermedades fúngicas y pudriciones. Además, en latitudes ecuatoriales la radiación a la que se ven sometidas las plantas es muy elevada, especialmente las hojas situadas en las copas de los árboles. Estas hojas presentan una cutícula (capa superficial de la hoja) endurecida y cubierta de ceras que permite que esa radiación perjudicial sea reflejada evitando daños en los tejidos.
En climas templados encontramos especies perennes en bosque secos. Un ejemplo claro es el bosque típico mediterráneo con los encinares y alcornocales (Quercus ilex subsp. Ballota y Quercus suber) o en Australia con los bosques de eucaliptos (Eucalyptus). Son hojas muy endurecidas, de pequeño tamaño y con una cubierta de ceras muy importante que protege a las hojas, que en muchas ocasiones viene acompañada de abundante pilosidad. Estas características protegen a la hoja tanto en verano, con un déficit hídrico importante, altas temperaturas y una elevada radiación, como en invierno, con temperaturas bajo cero. Otra característica que favorece a las especies perennes con respecto a las caducas en estos ambientes es la variabilidad del clima. En ambientes templados secos las condiciones ambientales nos son tan estables como los climas templados donde las épocas de lluvias y de temperatura varían muy poco. Esto provoca que una especie perenne pueda aprovechar todos los momentos favorables que ocurren a lo largo del año, cosa que no pueden hacer las plantas caducifolias.
Otro caso interesante son las hojas de las confieras. Éstas están adaptadas a climas muy fríos o zonas de alta montaña (aunque también aparecen zonas templadas). Presentan adaptaciones muy similares a las de los bosques templados aunque sus hojas, como los pinos y cipreses, suelen ser lineares o escamosas. Presentan una fuerte cubierta cérea que las aísla del frío y unos estomas muy hundidos en la superficie foliar. En estas zonas predominan las especies perennes debido a que el periodo vegetativo (con temperatura favorable) para el crecimiento de las plantas es muy corto y no es rentable la creación de hojas totalmente nuevas (el caso de las plantas caducifolias) para ese corto espacio de tiempo.
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LA CADUCIDAD DE LAS HOJAS EN NOMENPLANTOR
A continuación se describe el comportamiento de NomenPlantor respecto a la caducidad de las hojas. Este comportamiento varía a lo largo del año ya que los caracteres disponibles para realizar las identificaciones son diferentes en función de la época. Además, se trata de un grupo de caracteres que puede tener variaciones según el clima, pudiendo comportarse algunas especies de forma distinta, por ejemplo, en la costa cerca del mar y en el interior.
- Si al usuario NomenPlantor le plantea si es una planta que ha perdido completamente las hojas por el frío y contesta afirmativamente, la clave ya no le planteará más cuestiones acerca de las hojas, planteando dicotomías sobre el porte, los tallos o las yemas, por ejemplo. Hay que señalar que, en el texto de ayuda, informa al usuario de que si las hojas de la planta están en el suelo, es posible usarlas aún para contestar a cuestiones sobre ellas. Esta pregunta sólo se plantea durante los meses de diciembre, enero, febrero, marzo o abril.
- Al contestar a la cuestión anterior afirmativamente, NomenPlantor automáticamente supone que la planta es de hoja caduca. En caso contrario, es posible que NomenPlantor plantee dicha cuestión al usuario.
- Si al usuario NomenPlantor le plantea si es una planta caduca y contesta afirmativamente, y está fuera de los meses invernales, no tendrá efecto sobre los caracteres que NomenPlantor usará a partir de ese momento.
- Si al usuario NomenPlantor le plantea si es una planta caduca y contesta afirmativamente, NomenPlantor podría plantear si la planta es de hoja marcescente o no ya que es un tipo especial de hoja caduca.
- Tanto si al usuario NomenPlantor le plantea si es una planta caduca o es una planta de hoja persistente, NomenPlantor podría plantear si la planta es de hoja semipersistente ya que, aunque sea un tipo especial de hoja caduca, el usuario podría estar confuso si la planta todavía conserva sus hojas.
NomenPlantor® 2011
Autores: Enrique Andrés Cuevas y Guillermo Fdez. Weigand